Muchas veces escuchamos palabras que nos suenan por haberlas escuchado salir de muchas bocas diferentes pero nunca nos hemos parado a buscar que significado real tendrán.
“Retro” y “vintage” son dos etiquetas descriptivas para dos estilos de moda diferentes. Pero también, estas dos palabras se suelen aplicar a otros objetos diseñados, para ello me parece conveniente buscar sus significados desde su etimología.
La palabra “retro” deriva del prefijo latin retro, que significa, hacia atrás o en tiempos pasados. Podemos encontrar dicho prefijo en multitud de palabras habituales en nuestra lengua; retrógrado, retrospectiva, retroceder, retroactivo… pero es quizás más importante ver cómo llegó a nuestra cultura. El retro es todo aquél estilo que está asociado a un producto que evoca una época antigua, principalmente los años 50 y 60. Estos objetos están construidos en el presente y con materiales típicos de la actualidad, incluso alta tecnología, pero su estilo, acabado y forma recuerdan claramente tiempos pasados.
Retro se puede usar para calificar algo como “anticuado o viejo”, aunque a menudo se emplea en el sentido de “atemporal o clásico”. También se asocia a tecnologías obsoletas, como máquinas de escribir, cajas registradoras, teléfonos analógicos e incluso los primeros móviles o videoconsolas.
Por su parte, el vintage, también es un estilo propio de épocas cuyo momento de esplendor se agotó hace tiempo. La llegada del nuevo milenio y la consecuente necesidad de una cultura de renacimiento y revisión del pasado, ha fomentado la expansión del estilo vintage en muchos sectores como el de la moda, el transporte y la decoración.
Lo vintage está estrechamente relacionado con el gusto por la antiguedades, donde los elementos deben tener 100 años o más de antiguedad para que se le considere como tal.
En cuanto a la ropa, suele ser formal y elegante; se incluyen los vestidos con muchos detalles y diseños; con cortes y longitudes muy modestas en comparación con la ropa moderna. La ropa vintage tiene proporciones más pequeñas y es considerada como original y auténtica en cuanto a términos de inspiración y diseños se refiere.
Vintage: es una palabra que se utilizó por primera vez en referencia a la edad de vino. También se usa para referirse a la ropa de segunda mano. Es una palabra anglo-francesa y se usó por primera vez en el siglo XV. Puede usarse como adjetivo y sustantivo.
Pero esto, no nos aclara exactamente en el término que nosotros estamos acostumbrados a escucharlo, el uso y acepciones en el tema de la decoración, muebles viejos o antiguos, que hoy en día con la nueva tendencia vintage se han revalorizado en el mercado.
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Este estilo en la decoración, normalmente se hace por medio de objetos que sean característicos de los años 20 a los años 70.
Esto nos da una gran ventaja, ya que si queremos poner este tipo de decoración en casa, podemos acudir a la casa de nuestra abuelita y pedirle los muebles que ya no use y renovarlos.
Si quieres ajustar tú casa a una decoración vintage debes moverte entre la gama de colores naranjas, amarillos, rojos, verdes azules, marrones, blancos, negros y grises intentando realizar combinaciones entre estos colores. Para una decoración Vintage puedes pintar una de las paredes con un color de los tonos de la paleta vintage y contrarrestarlo con el resto de las paredes de color blanco para no recargar el espacio.
No obstante, la acepción más común de retro es la que se refiere a objetos y actitudes de un pasado cercano que ya no son modernas, entendiendo correctamente el término moderno, que no significa otra cosa que actual.
La confusión empieza cuando también se denomina retro a diseños contemporáneos inspirados en modas de otros tiempos o cuando se actualizan tecnológicamente creaciones del ayer.
Por eso, de forma general, se puede utilizar y entender la palabra retro como referencia a cualquier actitud, moda o diseño que esté de algún modo relacionado con el pasado, ya sea directa o parcialmente.
Hoy en día, y aunque parezca una contradicción, ser retro es moderno, o dicho de una manera más directa; "lo viejo está de moda". Ahora lo más de lo más es mezclar los 50 y los 60 con algo de los 80 y un poco de lo que sea que se invente ahora.
La decoración, como parte del entorno del arte y la creación, no es inmune a esta tendencia. Ahora todos lucimos orgullosos en casa la vieja máquina de escribir que nunca llegamos a dominar, colocamos bajo la tele nuestra amada Nintendo o tratamos de impresionar a la visitas haciendo sonar un tocadiscos.
Pero la cosa no va solo de rebuscar en el trastero, las grandes empresas se han percatado del filón que se abre ante ellas y tienen algunas lineas de electrodomésticos que satisfacen está nueva necesidad de los consumidores. También es frecuente encontrar muebles y complementos de decoración que son réplicas de otros de la última mitad de siglo.
Por otra parte, existen diseños que fueron creados hace mucho tiempo y que siguen completamente vigentes en la actualidad, como puedan ser los muebles de Le Corbusier o de Mies Van der Rohe, la lámpara Arco o algunos electrodomésticos de Dieter Rams, por mencionar algunos. En estos casos, el término retro se convierte en poco preciso, pues la estética de estos objetos no es la asociada a la época en la que fueron diseñados, sino que aún podrían calificarse como “modernos”.
Tras esta breve reflexión, podemos llegar a afirmar que cuando nos referimos a un objeto como retro, lo que queremos decir es que hay algo en él que evoca tiempos pasados, bien sea porque el objeto en sí fue creado entonces o porque, aún siendo nuevo, utilice la estética de otra época.